¿Cuál es el valor de la obra de arte?
- Alejandra Nicolau
- 31 mar
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 10 abr
Creo que los posts sobre valores, han sido los que más se han leído de todos, -probablemente por la misma razón por la que comencé a escribirlos- por la falta de claridad sobre los valores que existe en nuestra disciplina, como resultado de un gran vacío teórico de las artes y la disciplina, causado por el surgimiento del movimiento moderno, -mi humilde opinión-.
Como antecedente a este post, les recomiendo leer: ¿Qué es el valor arquitectónico? y ¿Cómo diseñar con la estética dark fantasy? El primero, para entender el concepto de valor y el segundo como introducción a la estética.
De tal modo, los bienes arquitectónicos, contienen distintos valores: arqueológicos, históricos o culturales, sin embargo no todos cuentan con un valor estético, el cual esta vinculado más directamente a las obras de arte, sin embargo justo como diría Pevsner, para que algo fuera arquitectura debe de contener esta expresión artística. De tal modo, algo particular de las obras de arte, es que mantienen una condición dual, tener un valor histórico y uno estético o de tener una doble polaridad, como menciona Brandi, en su definición de Restauración: <<La restauración es el momento metodológico del reconocimiento de la obra de arte en su consistencia física y en su doble polaridad histórica y artística, en su orden de transmisión al futuro*>>

Entonces, la obra de arte es indisoluble de su valor como documento histórico, al ser claramente, el testimonio de un artista, de una época y de una técnica artística que quedo plasmada en la obra. Este cualidad documental la vuelve única, un objeto singular e irrepetible, a menos que haya sido elaborado con la intención de ser reproducido en serie, ya que dentro de una producción artesanal, ningún objeto puede repetir las mismas y exactas condiciones de su hechura.
Dentro de la teoría de la arquitectura, existen distintos principios de composición, Alberti, hace un tratado de arquitectura llamado De re aedificatoria, sin embargo también hace uno sobre pintura, y no creo que sea coincidencia que en ellos, nos hable de conceptos de unidad o de organicidad en las artes, lo cual significa que toda figura, tiene una <unidad de imagen>, esta unidad significa que hay un todo que se divide en partes, justo como un organismo, en el que cada una de las partes funciona junto y configura al cuerpo. La unidad de imagen u organicidad, de la obra de arte se refiere justo a esto, así mismo cuando hablamos de restauración de arte o de las imágenes, se busca restablecer esta condición sin caer en falsos históricos.
Ok, entonces ¿Queda claro, que cuando hablamos de la obra de arte, se entiende que contienen un valor histórico y uno artístico? De tal modo, que estos objetos contienen la posibilidad de ser un documento y tienen la posibilidad de la contemplación estética. De acuerdo con González-Varas, I. * para el análisis estético de la obra de arte, se distinguen tres valores propiamente artísticos: los sensoriales, los formales y los expresivos.
a) Valores sensoriales: se refieren a la sensación que provoca la observación u otro tipo de contemplación el objeto artístico, a través de ciertas características como el juego de las luces, los colores, las texturas, el sonido o incluso los sabores. Nos habla también del fenómeno que experimentamos al estar en contacto con el arte.
b) Valores formales: Este se refiere a la composición de la obra de arte, lo que mencionábamos anteriormente como <unidad> lo anterior, o al menos en un lenguaje clásico se lograba por medio de la proporción y de la armonía.
c) Valores expresivos: Se refiere a valores asociados a la obra de arte, aquellos que nos hacen expresar algo sobre nosotros mismos. Es cuando es el espectador el que mentalmente traslada a la obra de arte ciertas emociones o sentimientos propios. -este valor es complicado, lo sé-.
Así que, lo que conforma el valor estético, en resumen son la suma del: valor sensorial, formal y expresivo -esto, me hizo darme cuenta que jamás me había puesto a pensar en que era lo que yo trasladaba hacia la obra de arte-, y que finalmente esto también pudiera afectar su estado de conservación, a su vez, hablar sobre el ejercicio de transportarse dentro del arte, me hizo recordar aquella famosísima escena de la película de Ratatouille, cuando Remy le da un plato de comida a un famoso crítico de comida francés.
En esta escena, el crítico, Anton Ego, a través de comer un plato de Ratatouille, esa experiencia estética, es transportado a un momento de cuando era niño y comió un plato de verduras cocinado por su mamá, justamente, eso es el valor sensorial, dirigirte hacia una sensación, lo cual es -sin duda alguna la obra de un verdadero artista- y ahí el porque probablemente le hayan puesto el nombre a la película.

Bibliografía*
González-Varas, I. (2018) Conservación del patrimonio cultural. Teoría, historia, principios y normas. Catedra
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