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Comentando a Michel Trouillot

  • Foto del escritor: Alejandra Nicolau
    Alejandra Nicolau
  • 23 nov
  • 4 Min. de lectura

Decidí hacer este post, porque genuinamente no quiero olvidar el libro que acabo de leer y al menos en el Blog de Tachuela perdurará más que en mi memoria - eso espero-. El libro al que me refiero se llama Silenciando el Pasado y fue escrito por Michel-Rolph Trouillot y como dato curioso, este libro me lo recomendó un amigo que es Historiador de la Arquitectura y lo compré en Diciembre del 2020, por lo que me tardé casi 5 años en sacarlo de su estante -un punto a favor de la pila de los libros por leer- y lo peor que no lo leí por gusto, primero fue porque me inscribí a un curso de historiografía y era una de las lecturas obligatorias, la cual por mi mala administración del tiempo -que raro- no pude leer a profundidad pero después a causa de una tarea tuve al fin la oportunidad de leerlo -vaya viaje con este libro-.


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El libro de Silenciando el Pasado, fue escrito en 1995, pero sigue estando vigente, especialmente para la lectura y análisis de la Historia. El libro básicamente se divide en cinco capítulos, y en cada uno de ellos se aborda la relación del poder y la construcción de la narrativa histórica, como dicen: La historia la escriben los ganadores, pues esa frase tiene mucho de verdad pero debemos complementarla con las medios de producción de la historia y como son las condiciones para acceder a estos medios, la desigualdad hace que muchos no puedan contar su versión de los hechos.


Los medios de producción formal de la historia son las instituciones, los archivos, las universidades, las academias y los medios informales, los cuales actualmente parece que tienen mucho mayor influencia que los formales, son las redes sociales, las películas, los podcasts, la radio, las revistas impresas o digitales, etc.


Considero que hay muchísimos puntos y preguntas del libro que valen la pena analizar y reflexionar, sin embargo por motivos de fácil lectura, solo voy a exponer tres temas, primero el papel que pueden jugar las personas en la historia, la idea de la memoria -individual o colectiva- y en donde surgen los silencios en la historia.


De tal modo, en la historia se puede analizar a las personas, como agentes, como actores y como sujetos, - de esto yo entiendo que todos participamos en la historia como actores y como narradores-. De tal modo, la historia se entiende como un proceso social, el cual puede involucrar a las personas en tres distintas capacidades, la primera como agentes y ocupantes de posiciones estructurales, segundo como actores en constante interacción con un contexto -quienes hacen una acción- y tres, como sujetos, como voces conscientes de su propia voz.


El siguiente punto, es el problema de la memoria ¿Cómo recordamos?  En la antigüedad, la memoria respondía a un modelo de recolección de información, que aparentemente se organizaba de una manera ordenada y que generalmente nosotros al representarla mentalmente nos imaginamos que se encuentra almacenada en archiveros, dentro de un sistema organizado, lo hacemos ver como si verdaderamente nosotros pudiéramos acceder a esta información de una manera fácil. Sin embargo, actualmente se sabe que recordar no es un proceso lineal y ordenado, en el cual, tampoco solamente se nos presentan imágenes de lo que ha pasado, existen muchos eventos en nuestra vida, que son mecánicos y quinestésicos que no involucran rememorar visualmente, por lo que ¿Cómo podríamos describirlos? Ahora, lo anterior podría definir la memoria individual, pero ¿Cómo definimos la memoria colectiva? ¿En donde empieza? ¿Cuándo termina?


Finalmente, el autor nos hace cuestionarnos sobre el silencio en la historia y sobre los momentos cruciales en los que se produce el -Silencio-, el primero es cuando se crean los hechos (cuando se hacen las fuentes*), el segundo es cuando se les da un orden a los hechos, (creación de los archivos), el tercero es el momento de recolección de los hechos, (hacer la narrativa) y el último, la retrospectiva de los significados.


*Hay una autora que uso mucho para la descripción de las fuentes, se llama Pilar Rivas Quinzaños (1999), cito su capitulo de libro, de nombre: <<La documentación como fuente de información para la restauración>> Ella nos dice que las fuentes directas son todas aquellas de las que se obtiene información, como los documentos de archivo y las indirectas son las que ya han pasado por un proceso de interpretación, como los libros.


Como se mencionó anteriormente, los silencios pueden surgir cuando se crean las fuentes, sin embargo, el poder que crea las fuentes no es necesariamente el mismo que crea los archivos. El segundo silencio, el de los archivos, es uno que llevo mucho tiempo pensando, especialmente por mi trabajo de investigación del Doctorado que tiene que ver con los archivos históricos de Arquitectura, que en el caso de Toluca -inexistente-, ya que lo que existe de obra, urbanismo, licencias de obras y planos en principio deberían de estar divididos en el Archivo Histórico de la ciudad de Toluca y el del Archivo Histórico del estado de México, pero por lo que recuerdo el acceso a esta información, así como su organización contribuyen justamente a la creación de silencios.


Especialmente el apartado del -silencio- me hace cuestionarme lo siguiente...


¿Por qué se ha perdido tanto patrimonio documental? o ¿Se conserva en colecciones privadas? ¿Quién es el poder detrás de esto? ¿Los documentos se esconden por culpa de las sobre exigencias de producción de la academia ? o ¿Es que acaso las elites de la ciudad buscan privatizar el conocimiento? ¿Valdría la pena escribir sobre el estado de nuestros archivos? o ¿Sobre nuestras experiencias para el acceso a la información de nuestro patrimonio? y ya por último ¿Qué nos ha pasado que no valoramos nuestro patrimonio documental?


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1 comentario


ANA PAOLA MACEDO BERNAL
ANA PAOLA MACEDO BERNAL
28 nov

Me encanta que lo que sugiere este texto: que la historia no es algo fijo, sino algo que se construye y muchas veces a la medida de quienes tienen el poder. Que los archivos, los libros, los documentos, pero también las películas, los podcasts o las redes sociales, pueden silenciar voces o historias completas.

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